¿Sabías que cultivar lavanda en casa es más fácil de lo que piensas? En este artículo, te enseñaremos todo lo que necesitas saber para empezar a cultivar lavanda en maceta como en el campo. Pero antes de comenzar, te dejamos con una pregunta: ¿Cuál es el secreto para tener una planta de lavanda sana y vigorosa? Sigue leyendo para descubrirlo.
Requisitos para el cultivo de lavanda
- La mejor época para plantar lavanda: La mejor época para sembrar lavanda es a principios de la primavera, cuando las temperaturas son suaves y las horas de luz aumentan. Sin embargo, si vives en un clima cálido, también puedes plantarla en otoño.
- Tipo de tierra : La lavanda prefiere un suelo bien drenado, con una mezcla de tierra y arena. El pH ideal es ligeramente alcalino, entre 6.5 y 7.5.
- Sol: Las plantas de lavanda necesitan al menos 6 horas de sol directo al día para crecer adecuadamente. Asegúrate de colocar la maceta en una zona soleada.
- Riegos : La lavanda es una planta que resiste bien la sequía, pero necesita un riego regular durante su fase de crecimiento. Asegúrate de no encharcar la tierra y deja que se seque entre riegos.
- Tipos de cultivo: Puedes cultivar lavanda a partir de semillas o esquejes. Sembrar lavanda en maceta es sencillo si sigues las instrucciones del paquete de semillas. Los esquejes, por otro lado, son trozos de tallo de una planta madre que se enraízan y crecen como plantas independientes. Es una forma rápida y eficiente de obtener nuevas plantas de lavanda.
Sembrar lavanda en maceta
- Elige la maceta adecuada: Como mencionamos anteriormente, la lavanda necesita espacio para expandir sus raíces. Selecciona una maceta de al menos 30 cm de diámetro y con buen drenaje para evitar encharcamientos.
- Prepara el sustrato: La lavanda prefiere un suelo bien drenado y ligeramente alcalino. Puedes mezclar tierra de jardín con arena o perlita para mejorar el drenaje y añadir un poco de cal para aumentar el pH si es necesario.
- Siembra las semillas: Si decides sembrar lavanda en maceta a partir de semillas, coloca 2 o 3 semillas por maceta a una profundidad de 0,5 cm. Cubre las semillas con una fina capa de tierra y riega con cuidado para no desplazarlas. Mantén la tierra húmeda pero no encharcada y coloca la maceta en un lugar cálido y luminoso.
- Germinación: La germinación puede tardar entre 2 y 4 semanas. Para acelerar este proceso, puedes estratificar las semillas antes de sembrarlas, colocándolas en un papel húmedo dentro de una bolsa de plástico y guardándolas en el refrigerador por unas 3 semanas.
- Trasplante: Debes considerar hacerlo cuando observes que las raíces comienzan a asomarse por los agujeros de drenaje de la maceta actual.
Precauciones para mantener tu lavanda sana
- Evita el exceso de humedad: El riego excesivo puede provocar pudrición de las raíces y enfermedades. Asegúrate de que la maceta tenga agujeros de drenaje y no dejes agua estancada en el platillo.
- Elige una maceta adecuada: La lavanda necesita espacio para expandir sus raíces. Elige una maceta de al menos 30 cm de diámetro y con buen drenaje.
- Cuidado con las plagas: La lavanda es resistente a muchas plagas, pero puede ser atacada por pulgones, cochinillas y ácaros. Revisa periódicamente las hojas y tallos, y aplica un tratamiento ecológico si es necesario.
- Poda la planta: La poda regular de la lavanda estimula el crecimiento de nuevos tallos y mejora la producción de flores. Poda la planta después de la floración, eliminando alrededor de un tercio de su altura.