Las Cycas son un género de plantas pertenecientes a la familia Cycadaceae, dentro de la división Cycadophyta. Las cícadas son plantas antiguas que han existido desde la era de los dinosaurios, hace aproximadamente 280 millones de años, y han cambiado muy poco a lo largo del tiempo. Aunque a menudo se les llama “palmas prehistóricas” o “palmas de sagú”, en realidad no son palmas ni están relacionadas con ellas, sino que forman parte de un grupo de plantas distintas conocidas como cícadas.
Las Cycas son plantas de crecimiento lento, generalmente dioicas (con plantas macho y hembra separadas) y presentan una apariencia similar a las palmas, aunque también tienen algunas características de helechos. Sus troncos son robustos y cilíndricos, con una corona de hojas pinnadas y rígidas que crecen en forma de abanico en el ápice. Las hojas pueden ser bastante largas, llegando a medir hasta 2 metros en algunas especies, y tienen un aspecto coriáceo y brillante.
La reproducción de las Cycas es a través de conos que se forman en el centro de la corona de hojas. Las plantas macho producen conos polínicos que liberan polen, mientras que las plantas hembra producen conos ovulíferos que contienen óvulos. La polinización ocurre principalmente a través del viento o mediante insectos.
Las Cycas son nativas de regiones tropicales y subtropicales de Asia, África y Australia. Son plantas resistentes a la sequía y pueden tolerar suelos pobres y condiciones adversas. En paisajismo y jardinería, las Cycas se utilizan a menudo como plantas ornamentales debido a su apariencia exótica y su facilidad de cuidado. Entre las especies más conocidas y cultivadas se encuentra la Cycas revoluta, también llamada “sagú japonés” o “cica”.